Emoticonos, el alfabeto de los niños con problemas de comunicación
Cualquiera que tenga un smartphone con sistema de mensajería instantánea está acostumbrado a expresarse con emoticonos. Si se enfada o se sorprende le basta con poner una carita amarilla que contiene casi más significado que las letras. Aquello de la imagen que vale más de mil palabras. La sociedad tiende a expresarse con imágenes, sin ser conscientes que para ciertas personas, esa es su única vía de comunicación.
Los pictogramas se utilizan en el ámbito de la Educación Especial. Son dibujos sencillos que usan los niños con dificultades comunicativas para expresar estados de ánimo, necesidades o hábitos. Son corrientes en alumnos con autismo, parálisis cerebral, mutismo, síndrome de Down, sordera... A partir de estos dibujos los alumnos no solo se comunican, también aprenden. Su difusión nunca llegó más allá de las puertas del colegio, usarlas es caro; las empresas tienen que hacer negocio.
Esto empezó a cambiar hace cinco años en el colegio de Educación Especial La Alborada de Zaragoza. Los profesores del centro se pusieron en contacto con ingenieros de la Universidad de Zaragoza para diseñar un ratón que una alumna con una parálisis cerebral severa pudiera usar con la rodilla. De ahí surgieron dos aplicaciones y un generador de tableros de comunicación. Una diminuta bola de nieve se puso en marcha, ladera abajo.
El proyecto se convirtió en un éxito. Un sobresaliente para el fin de carrera de los ingenieros y una nueva herramienta para los profesores. Entonces se dieron cuenta de que tenían la caña, pero no el cebo. El Gobierno de Aragón decidió financiar un proyecto, impulsado por David Romero y José Manuel Marcos, asesor del centro aragonés de tecnologías para la educación (Catedu) y profesor de La Alborada, respectivamente. El portal aragonés de la comunicación aumentativa y alternativa (ARASAAC), estaba en marcha.
Con la ayuda del diseñador gráfico Sergio Palao desarrollaron un banco de pictogramas gratuito, descargable en la web. Los derechos de las imágenes son Creative Commons, es decir, cualquiera puede usarlas siempre que no le dé un uso comercial. Comenzaron con 1.000, luego el Gobierno de Aragón les encargó otros 1.000. La cosa fue creciendo. Lo que los creadores no podían imaginarse es que los propios usuarios sumarían esfuerzos, propondrían materiales y dibujos, hasta llegar a los más de 8.000 que tienen hoy. 8.000 dibujos que expresan más de 14.000 palabras.
“Nos basamos en que la comunicación es un derecho”, dice José Manuel Marcos. Por eso, además de pictogramas, la web incluye vídeos y fotografías en lenguaje de signos español y se está traduciendo a más de 15 idiomas. “Nos usan mucho desde Europa del Este y Francia, donde más se resisten es en Estados Unidos”, explica Marcos.
La gratuidad de los recursos ha conseguido dar un paso más en la accesibilidad. “Cualquiera puede descargarse en su casa los pictogramas, los juegos, los cuentos”, cuenta Romero. Anualmente, la web de Arasaac recibe 10 millones de visitas. Son el único banco gratuito de pictogramas de todo el mundo, y por tanto, son líderes. Pero ya no son solo del ámbito de la educación Especial. Se están empezando a utilizar en Educación Infantil, en la enseñanza de idiomas a inmigrantes e incluso en mayores con alzhéimer y otras enfermedades degenerativas. En el aprendizaje de la lectura se utiliza el Araword, un procesador de textos que traduce las palabras en imágenes cuando se escriben.
El Ayuntamiento de Málaga contó con ellos para señalizar las dependencias municipales y las rutas turísticas de la ciudad. En las últimas elecciones los usaron incluso en las mesas electorales. Esta iniciativa le valió a la ciudad andaluza varios premios de accesibilidad. Otros consistorios, como Cambados, Villa de Arousa, Ribadumia o Zaragoza, han seguido sus pasos.
Y todo sin contar con un euro de promoción o marketing. Han sido las redes sociales y el boca a boca quien ha ido haciendo más grande la bola de nieve que comenzó en un colegio de Zaragoza. Convenios con universidades, con Fundaciones y asociaciones van difundiendo cada vez más estos pictogramas. Los últimos en sumarse han sido Gonzalo y Miguel García, dos empresarios gallegos, que han utilizado su estructura empresarial para dar salida a los pictogramas. En la página web pictoaplicaciones.com acogen un traductor, sonidos y próximamente ofrecerán cuentos, agendas y horarios, todo con las imágenes desarrolladas en Aragón. Es un proyecto benéfico, en el que se implicaron por motivos personales y que según cuentan, ha tenido una gran acogida: más de 20.000 visitas en un mes y más de 1.000 amigos en Facebook.
La revolución está siendo tan profunda que incluso les han propuesto como candidatos al premio Príncipe de Asturias de la Comunicación. Para Marcos y Romero, este hecho es un respaldo importante a la accesibilidad de todos a la información y la comunicación. “Nunca un proyecto educativo había llegado tan lejos, pero es un recurso gratuito en tiempos de crisis y estamos muy contentos de que las familias puedan contar con ello, gracias al gobierno de Aragón”, cuentan sus creadores.
Marcos y Romero se sienten orgullosos, pero recuerdan que el proyecto es de la gente tanto o más que suyo. “Un padre me dijo que los pictogramas son parte de su hogar”, explica Romero, y es esa realidad, callada, invisible casi siempre, la que está haciendo triunfar esta idea. Y mientras, la bola de nieve seguirá su curso, implicando a más y más gente, haciendo de este sistema de comunicación una alternativa real para muchas personas.
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/22/actualida
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